Cómo los materiales geosintéticos aportan estabilidad, durabilidad y sostenibilidad en la construcción vial.
La construcción y el mantenimiento de carreteras representan uno de los mayores desafíos en el ámbito de la ingeniería civil. El tráfico creciente de vehículos pesados, los cambios climáticos extremos y la necesidad de optimizar recursos hacen que las soluciones tradicionales resulten, en muchos casos, insuficientes para garantizar la vida útil de los firmes. Por eso, los geosintéticos (como los geotextiles y las geomallas) se han convertido en herramientas clave para mejorar el rendimiento de las subrasantes y prolongar la durabilidad del pavimento.
El papel de la subrasante en el comportamiento del pavimento
La subrasante es la capa de terreno natural o de relleno sobre la que se asientan las capas estructurales de una carretera. Su función es crucial, ya que transmite las cargas de tráfico hacia el suelo. Si esta base no es suficientemente estable, la carretera sufrirá deformaciones prematuras, además de aparición de baches o agrietamiento del pavimento.
Las soluciones convencionales para mejorar subrasantes suelen incluir la sustitución de suelos blandos, la compactación intensiva o el uso de capas de áridos. Sin embargo, estos métodos suelen implicar altos costes de extracción, transporte y mantenimiento, además de un considerable impacto ambiental.
Geotextiles: refuerzo y separación
Los geotextiles son tejidos técnicos que se colocan entre la subrasante y en terreno natural de soporte y también entre las capas superiores de la carretera. Su función principal es la separación entre materiales, evitando que capas de diferente composición se mezclen entre sí, lo que provocaría su contaminación y pérdida de propiedades lo que comprometería su capacidad de soporte. Evitan también que los finos del terreno se mezclen con las capas granulares para que estas no se colmaten y prevalezca así inalterable su función de drenaje y estabilización. Los geotextiles (en este caso No Tejidos) actúan como filtros, permitiendo el paso de agua mientras retienen partículas sólidas, lo que contribuye a mejorar el drenaje y a mantener la estabilidad de la estructura vial.
Además, los geotextiles ofrecen funciones de refuerzo, al distribuir mejor las tensiones inducidas por el tráfico y reducir las deformaciones permanentes, permitiendo que se produzca un reparto de cagas en toda la estructura de la vía.
Geomallas: control de deformaciones y soporte adicional
Otra solución ampliamente utilizada en la mejora de subrasantes son las geomallas. Estos productos están formados por estructuras reticulares de alta resistencia que se colocan sobre la base del terreno y se combinan con materiales granulares.
Las geomallas ofrecen un efecto de interbloqueo: el material granular se introduce en los huecos de la malla, lo que crea un refuerzo mecánico muy efectivo. Este sistema incrementa la capacidad portante del terreno, reduce las deformaciones bajo cargas repetitivas y mejora la distribución de esfuerzos en toda la estructura.
Entre sus beneficios principales destacan:
- Disminución del espesor de capas granulares necesarias.
- Menor riesgo de aparición de roderas en el pavimento.
- Optimización del comportamiento en suelos de baja capacidad portante.
- Aumento de la vida útil de la carretera gracias a una base más estable.
Ventajas de combinar geotextiles y geomallas
A diferencia de las geoceldas, la combinación de geotextiles y geomallas sí es una práctica frecuente y rentable en la construcción vial. El geotextil se encarga de la separación y filtración, mientras que la geomalla proporciona el refuerzo mecánico mediante el interbloqueo.
Este sistema dual ofrece:
- Refuerzo integral de la subrasante, tanto hidráulico como mecánico.
- Ahorro en materiales, ya que reduce la necesidad de capas gruesas de áridos.
- Mayor durabilidad del pavimento, al minimizar deformaciones y agrietamientos.
- Rentabilidad, porque el sobrecoste inicial se compensa con la reducción de operaciones de mantenimiento.
Contribución a la sostenibilidad
Uno de los aspectos más valorados actualmente es la capacidad de estas soluciones para reducir la huella ambiental de los proyectos. La instalación de geotextiles y geomallas disminuye el uso de maquinaria pesada, optimiza el consumo de recursos naturales y facilita una construcción más eficiente. Además, al alargar la vida útil del pavimento, se reduce la frecuencia de rehabilitaciones, lo que se traduce en menos emisiones de CO₂ asociadas al mantenimiento vial.
La mejora de subrasantes mediante el uso de geotextiles y geomallas es una solución técnica, económicamente viable y sostenible que responde a las demandas actuales de la ingeniería vial. Estas tecnologías no solo permiten optimizar costes y prolongar la vida útil de los pavimentos, sino que también ofrecen una alternativa más respetuosa con el medio ambiente frente a los métodos tradicionales.
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